Una vez consolidado en tu propio territorio nacional como comercio, marca o negocio, el reto siguiente, coherente e inherente a cualquier empresario es; ¿y si internacionalizo mi negocio?. A continuación, te damos unos tips para expandir tu negocio en el extranjero:
La primera cuestión es buscar los clientes potenciales de los mercados donde queramos expandirnos y por ende estudiar sus necesidades o inclinaciones de compra, no vamos a exportar jamones a la Meca; por lo que sería acertado buscar mercados similares a los nuestros para empezar a expandirnos.
Una vez superado a esto, entremos en materia:
Analizar el riesgo antes de empezar con tu negocio en el extranjero
Al entrar en los mercados internacionales hay que analizar el riesgo asociado a las inversiones o actividades que se realizan en ese mercado; los riesgos se dividen en:
- Riesgo país. Con el término “riesgo país” normalmente se designa la evaluación conjunta sobre los peligros que un determinado país presenta para los negocios internacionales. Actualmente algunas empresas utilizan como indicador de riesgo país el diferencial entre la rentabilidad de los bonos de un país y los bonos o letras del tesoro de los Estados Unidos.
- Riesgo económico. Es el riesgo asociado a las variaciones en el ciclo económico de un cierto país. El peligro que supone un cambio económico desfavorable de la economía, así como el impacto de problemas sociales.
- Riesgo de tipo de cambio. Si la empresa tiene deudas o debe cobrar en el futuro y esos compromisos financieros están en otra moneda, la empresa se puede encontrar expuesta a sufrir pérdidas ocasionadas por la variación en el tipo de cambio.
- Riesgo político. Es aquel asociado a las actuaciones de los organismos gubernamentales de un país que por su intervencionismo afectan negativamente a las empresas; caso de los cambios en las normas, los cambios en la aplicación de las mismas, en definitiva las actuaciones de las administraciones públicas que resultan perjudiciales para el negocio.
También hay que tener en cuenta según indican numerosos expertos los siguientes riesgos que no son para nada baladís:
- Obstáculos financieros: relacionados con aspectos como la fluctuación monetaria o dificultad de acceso a los créditos de exportación.
- Obstáculos comerciales: desconocimiento de las oportunidades comerciales, desconocimiento de la estructura de distribución, prácticas comerciales, o falta de contactos.
- Obstáculos logísticos: viajes para explorar los mercados, altos fletes, costes de coordinación y control, problemas culturales.
- Obstáculos legales: barreras arancelarias y no arancelarias.
- Obstáculos a la inversión directa: que en muchos casos obligan a la formación de empresas conjuntas con empresas locales.
Tips para mitigar las dificultades y barreras
Una vez vistas las posibles barreras y dificultades con que nos podemos encontrar, ahora pondremos algunos tips para mitigarlos y ayudar a que tu negocio funcione fuera de tu país.
-Encontrar un socio y un equipo adecuado a nuestro negocio y al lugar donde vayamos a expandirnos, o lo que es lo mismo necesitarás que tengan contactos locales, hablen el idioma del lugar y estén bien posicionados en su cultura.
-Hay que pensar en cómo el cliente extranjero recibirá tu idea, teniendo en cuenta husos horarios, idioma o idoneidad cultural.
-Antes de montar tu negocio en el extranjero es imprescindible viajar allí, conocer el terreno y ver la viabilidad del negocio sobre el terreno, pues ya sabemos que, si bien el papel todo lo aguanta, no es igual en la realidad.
-Poner tu marca en las plataformas online te ayudará a tener una mayor visibilidad y por ende, ser más conocido y tener cierto “nombre”, te ayudará a crecer.
-Tener en cuenta la legislación del país es una de las claves más importantes: algunos países son conocidos por ser altamente litigiosos, por lo que es crítico que tus abogados estudien las leyes de esos países para poner en marcha un mecanismo que minimice los riesgos comerciales innecesarios.
Además, las agencias gubernamentales tienen requisitos estrictos que requieren que la documentación legal esté en su lugar antes de operar dentro del país.
Ser proactivo requiere dinero por adelantado, pero esto compensa los riesgos y pasivos derivados.
- Crear acuerdos comerciales localizados.
- Revisar las regulaciones específicas de la industria para asegurar el cumplimiento y las certificaciones que deben obtenerse si es necesario.
- Realizar servicios corporativos generales tales como resolución de disputas, inmigración, aduanas y envío.
- Mantener los registros corporativos y la gobernabilidad, para lo que una función externalizada podría funcionar bien.
-Tener en cuenta el impacto financiero en el país: Las infraestructuras fiscales y financieras adecuadas deben establecerse desde el principio para asegurarse de que está recibiendo informes oportunos y que su entidad extranjera está cumpliendo con las políticas y procedimientos corporativos locales.
- Es recomendable externalizar contabilidad, nóminas e impuestos.
- Establecer relaciones bancarias locales.
- Desarrollar un plan de gestión de riesgos.
- Desarrolle un estudio de precios de transferencia.
- Desarrollar un plan de repatriación de efectivo.
- Preparar e informar las ventas y los impuestos sobre el IVA.
Con esto espero haberos ayudado exponiendo las problemáticas con que os podéis encontrar a la hora de expandir vuestro negocio fuera de nuestras fronteras y con lo que a mi parecer es imprescindible para triunfar en el extranjero.
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